Su origen viene de Mesopotamia, de las religiones monoteístas como el Judaísmo, el Islam y el Cristianismo.
Podemos decir que el Nomadismo es la esencia de la humanidad, estar en camino ya que pararse es morir.
La palabra Iter nos habla de una forma de ser, hay que descubrirlo "sé donde empiezo pero no se donde voy a llegar, estoy abierto a la aventura". Cuando uno se pone en camino está destinado a hacer la voluntad de Dios.
Todos peregrinamos a otras ciudades y países, pero no con sentido religioso. Cada uno buscamos la esencia de la felicidad, la armonía y la paz pero en el camino de esa búsqueda no pensamos en los males que podamos encontrar por el camino.
El Homo Viator es el hombre religioso y sabe que hay catástrofes inesperadas. Queremos que Dios se someta a nuestra voluntad para que nosotros estemos bien. Pero el peregrino Semita no sabe lo que le deparará el destino y no sabe tampoco quien peude ayudarle.Éste solo da gracias por estar vivo, es hospitalario aunque su vida esté sumida en la incertidumbre.
El hombre se hace en el camino, sigue buscando la belleza, la perfección y la felicidad.
Nunca vamos a poder concebir un mundo estático, por eso, si vemos cumplido un objetivo, en seguida surge un reto; no podemos dejar de movernos.
Como teoría podemos destacar la Teofaria que nos habla de cuando Dios baja y se pone en contacto con el Hombre. También podemos hablar del Islam que copia el peregrinaje de Abraham en una búsqueda de la espiritualidad hacia el interior.
Pero el hombre se siente peregrino de la existencia, del camino y lo que vayamos encontrando en él. Esto es lo importante. Los peregrinos eran enviados y cumplían una misión, eran heroicos y realizaban lo que llamaban "SACRUM FATEM - YO ME ENTREGO".
Si nos centramos en el Judeo-Cristianismo hablamos de aprender a amar al otro, auto sacrificars; es un itinerario con Dios, Él debe hacer la voluntad de Dios, hacer el amor.
La peregrinación busca acoger y ayudar a otros, quiere encontrar la verdad, la esperanza y poner en juego toda la existencia para entender que esta efímera vida está cargada de sentimientos.
Peregrinar es un Sacrificio, una búsqueda de uno mismo. En el peregrinaje salimos heridos, nos entregamos a Dios y a su voluntad; en recompensa buscamos encontrarnos a nosotros mismos y a nuestra espirituañlidad.
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